sábado, 7 de junio de 2008

República Checa venció 1-0 a Suiza en el juego inaugural de la Eurocopa


Václav Sverkos, el suplente de Jan Koller, anotó el gol. Al minuto 89, Johan Vonlanthen, de origen colombiano, casi empata el partido, pero el remate pegó en el palo.

Fue un premio demasiado para tan poco fútbol de los checos.

Los suizos vieron como su mejor jugador en el primer
tiempo, el capitán Alexander Frei, tuvo que retirarse después de una acción con Zdenek Grygera y el ataque de los de Köbi Kuhn se
resintió en exceso.

La República Checa debe haber sobrepasado el umbral entre los
buenos y los grandes equipos, visto lo ofrecido hoy. Los buenos
equipos pueden o no ganar, los grandes equipos tienen suficiente con poco para llevarse el triunfo, y el equipo checo, semifinalista en
la última Eurocopa y el mejor en la fase de clasificación, no desaprovechó la ocasión que hoy le brindó Suiza.

El tanto fue conseguido por Sverkos, que hoy jugaba su tercer
partido con la selección. Salió por Jan Koller y se encontró con un
balón después de un par de malos rechaces de los locales y un
servicio inesperado de uno de los centrocampistas.

Sverkos, jugador del Banik Ostrava, controló y marcó con la
tibia, ante la desesperación de los seguidores locales, que habían
visto cómo las mejores ocasiones habían sido y serían para los
helvéticos.

El partido ofreció poco fútbol y menos ideas. Empeñados en
aprovechar el error del rival, ni Suiza ni la República Checa se
decidieron a dar un paso al frente para llevar la voz cantante en el
partido y por eso el espectáculo se resintió.

Si a eso se le añade que Alexander Frei, el mejor jugador del
partido en los primeros 45 minutos, al menos el que más veces lo
intentó, tuvo que ser sustituido en el descanso, la composición de
lugar está hecha.

Los checos, la sensación de la fase de clasificación, parecían un
equipo chapado a la antigua. Muchos centrocampistas y un boya (Jan Koller) para un fútbol plano, donde solo Libor Sionko, por la
derecha, intento pelearse con Ludovic Magnin e intentar colgar algún balón para el nueve de su equipo.

De los checos, lo único destacable fue su defensa, una línea de
cuatro (Grygera, Ujfalusi, Rozehnal y Jankulovski). Todos ellos han
pasado por el 'Calcio' y demostraron oficio, sin más.

Y de la joven guardia suiza, las noticias llegaron por medio de
Tranquilo Barnetta. El centrocampista del Bayer Leverkusen fue quien surtió de balones a Frei prácticamente en todas las aproximaciones de los helvéticos ante la meta de Cech.

Así el capitán de los suizos llegó a rematar hasta en tres
ocasiones, en dos de ellas (m.21 y m.36), Cech evitó que antes del
descanso, Suiza ya se hubiera adelantado.

Kuhn tuvo que cambiar de planes con la lesión de Frei. Puso en
juego a Yakin, pero ya no era la misma, porque la referencia de
Mario Streller no era válida delante.

Sin embargo, Suiza apretó y pudo adelantarse por medio de Yakin
(m.66) en un remate cercano y sin marca. Después llegó el tanto de Sverkos en el único remate entre los tres palos de su equipo en todo el partido y a los helvéticos les costó reaccionar.

Cuando se decidieron rescatar un punto, no era demasiado tarde.
De hecho, en una doble ocasión de Barnetta y de Vonlanthen, Suiza pudo equilibrar el partido en el minuto 80, pero el tiro del
centrocampista del Red Bull dio en la cruceta.

Al final, la República Checa, que acabó encerrada en su área, se
llevó la victoria. A veces con poco, basta.

Ficha técnica

Suiza: Benaglio; Lichtesteiner (Vonlanthen, m.75), Müller,
Senderos, Magnin, Inler, Gelson Fernandes, Behrami (Derdiyok, m.84), Barnetta, Frei (Yakin, m.46) y Streller. DT: Jakob Kuhn.

República Checa: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozehnal,
Jankulowski, Galásek, Polák, Jarolím (Kovác, m.87), Sionko (Vlcek,
m.84), Plasil y Koller (Sverkos, m.56). DT: Karel Brückner.

Gol: 0-1, m. 71: Sverkos.

Árbitro: Roberto Rosetti (Italia). Amonestó a Magnin (m.59), Vonlanthen (m.76) y a Barnetta (m.90+4).

Estadio: St. Jakob-Park. Ciudad: Basilea (Suiza). Asistencia: 42.500 espectadores. .

Antes del inicio del encuentro tuvo lugar una vistosa ceremonia inaugural, diseñada por Martin Arnaud, quien ya fue el encargado de la del Mundial de Francia 1998.

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